miércoles, 10 de octubre de 2012

Highlanders, por Juan Carlos Ávila.


El objeto de esta entrada es presentar dos figuras nuevas. Sí, dos. Ya sabéis el dicho, dos mejor que una. Además son dos figuras que coinciden en numerosos aspectos: las dos son de soldados británicos, escoceses para ser más precisos, las dos son highlanders, las dos llevan tartanes que pintar, las dos son estupendas ... y las dos están modeladas por mi amigo Juan Carlos Ávila. En realidad esta entrada está dedicada a él porque voy a hacer un repaso a las figuras que han salido de su mano y que yo he, modestamente, pintado. No son demasiadas, aunque tengo todavía algunas en stock que espero incorporar en breve a  mi colección. El motivo de dedicarle esta entrada es que creo que ha hecho uno de los mejores dioramas que yo haya visto nunca:   Le porteur de dépêches, 1870, obra basada en un extraordinario cuadro de Alphonse de Neuville y que ha brillado con luz propia en el último certamen de Euromilitaire, en Folkestone. No sé si la llevará al próximo Soldat de Plom a celebrar en Gerona, pero si lo hace, creo que es una firme candidata al Best of Show, como ya lo fue en el concurso británico. Desde aquí mi más sincera felicitación por un trabajo extraordinario.

Bueno, al tema. 

La primera figura que pinté de mi amigo Juan Carlos Ávila fue su Cid Campeador. Lo situé a los pies de una escalinata de piedra, en la ciudad levantina de Morella. Una figura muy bien modelada, comercializada en su día por la marca Elite Miniaturas, hoy tristemente desaparecida.



A esta figura le siguió otra de su primera época. Creo que se trata de uno de sus primeros encargos comerciales. Un escocés en la Batalla de Culloden en 1746, para la firma gerundense Art Girona. Pintarla fue todo un reto porque elegí para ella un combinado de tartanes siguiendo un dibujo del clásico de los ilustradores, Angust McBride: el kilt, la chaqueta, la camisola y los calcetines, todos ellos con diferentes decoraciones.



La siguiente en pintar fue otra figura modelada para Elite Miniaturas, en concreto el Royal Horse Artillery, 1842. Una figura muy bonita, de modelado exquisito, y con detalles complicados como, por ejemplo, los nudos húngaros indicativos del rango en las bocamangas.



La cuarta entrega fue un busto “exclusivo” para amigos: un gerrero Tau, del universo Warhammer 40.000. Mi versión fue un poco diferente a lo que se ve de estos personajes, por lo general siempre muy limpios y con relucientes armaduras. Mi Tau tiene todos los signos del desgaste del combate en su vestimenta.



Y llegamos a las protagonistas de esta entrega: el gaitero del 42nd regimiento y el sargento del 72nd regimiento. Pero eso lo dejaremos para dentro de unos días. Con el trabajo que me han dado no es cuestión de quemar toda la pólvora en un momento, ¿no? Un saludo a todos y gracias por seguir este humilde blog.

3 comentarios:

Josito dijo...

Muuuuuy bien Jorgiño !!!!

Estaré atento al próximo
capítulo.
Abrazotes.JM

JAVILA dijo...

Jodo, gracias Jorge.

JorgeFS dijo...

Gracias, Josito. Prometo no tardar.
Y de nada, Juan. Para mi uno de los mejores (del cosmos, ya sabes, como decía Carl Sagan, todo lo que fue, lo que es y lo que será).