Ahora queda esa sensación ambigua, cada vez que se termina un trabajo, que no sabe uno si estar contento por haber dado fin a algo que parecía que no se iba a terminar, o triste precisamente por haberlo acabado. Es lo que yo llamo la soledad de la figura en la vitrina, un concepto que debería tratar de explicar algún día: una mezcla de desasosiego, intranquilidad, felicidad, ... y yo que sé cuantas cosas más.
En cualquier caso aquí quedan las figuras en su escena del frente del Este. Espero no haberos aburrido demasiado con estas ... ¡trece entregas!
2 comentarios:
Pues creo que realmente ha valido la pena esperar 13 (trece !!!)
capítulos para ver la obra terminada. Me gusta mucho-mucho.
En breve, yo también tendré que tirar de la marmolina+cola blanca+nieve artificial para decorar mi escena de la 1ªGM
con el inglés de Tomisgüar "pinchando" un saco terrero en su particular "training day" jejeje
Felicidades Jorgiño !!!
saludotes.JM.
Muchas gracias. La verdad es que este es el tipo de trabajos que más me atraen, aunque me cueste ponerme con ellos.
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