lunes, 2 de junio de 2014

Fidelidad en los colores.

Fidelidad en los colores.
¿El color rojo que tu ves es igual al color rojo que yo veo?
Tomado de Xataca Ciencia, por Sergio Parra.
Enlace: http://t.xatakaciencia.com/biologia/el-color-rojo-que-tu-ves-es-igual-al-color-rojo-que-yo-veo

Hola jíbaros!
Por lo visto, los humanos somos capaces de distinguir unos 2,3 millones de gradaciones de color, y esto sucede gracias a la interacción de tres tipos de células en la retina, de las llamadas conos, cada una de las cuales es sensible a la luz de una parte diferente del espectro, el rojo, el verde y el azul, el famoso RGB que sale en los ordenadores y demás.
Pero no solo eso, sino que en la parte rojo/verde del espectro somos especialmente hábiles, ya que podemos percibir colores con una diferencia de un 1% en la longitud de onda. Por lo que he leído, esta facultad responde a una mutación genética que facultó a nuestros antepasados para distinguir gradaciones en esos rojos y verdes, concediéndoles la ventaja de diferenciar mejor los frutos maduros de los que no lo estaban. Para un primitivo hombre de las cavernas estaba muy bien.
Ya sé que esto de diferenciar frutas más maduras de las que no lo son, para los asuntos que tratamos aquí, no es de especial importancia. Pero sí tiene su interés el tema de la percepción de los colores. Es cierto que se trata de una anécdota y que, probablemente, la diferencia de percepción no sea excesivamente importante, pero viene a poner el dedo en la llaga de aquellos puristas de la "exactitud" en los colores, sobre todo en lo que se refiere al ámbito histórico, donde esa exactitud es más valorada. Si no somos capaces de percibir lo mismo, ¿cómo rechazar, por inexacto, el color con que está pintada una pieza de ropa, un complemento? Se han hallado 85 variantes en el gen que codifica una proteína sensible al rojo, y en algunas mujeres todavía es mayor la variabilidad. Así que, ¿es posible que cada uno de nosotros tenga una perspectiva única del color y sus matices? Es el cerebro y el sistema sensorial quien descompone las longitudes de onda, y esa disposición es impuesta por la genética, por lo que no se puede cambiar por aprendizaje o por imposición cultural.
La conclusión es clara: no todos percibimos los mismos colores y lo que para algunos sería el mismo color, para otros puede significar dos (o más) colores diferentes.

 

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