martes, 27 de enero de 2015

Guerreros indios de la pradera.

Hola jíbaros!

Supongo que a estas alturas nadie recordará ya mis entradas sobre unos alpinis italianos durante la primera guerra mundial. Unas figuras en 40mm modeladas por Óscar Ibáñez para Beneito a mediados de los 90. Si es así, los que queráis podéis recordarlas en los siguientes enlaces: Alpinis 1Alpinis 2Alpinis 3Alpinis 4Alpinis 5. Y para los más atrevidos un articulito que hice al terminar el trabajo, con relato trágico incluido Artículo.

Esta simpática escena forma parte de una serie que Beneito inició a mediados de los 90, en una escala poco habitual como son los 40mm, y que se caracterizaba por incluir en la misma caja un escenario generoso y tres figuras. Aparte de los alpinis también salieron dos referencias más, una dedicada a la guerra franco prusiana y otra a los indios americanos de las praderas. Por suerte pude conseguir las tres referencias: la de los indios la compré en una tienda donde les quedan sin vender cuatro restos con años y años encima, y la de la guerra franco prusiana me la regaló mi buen amigo José Manuel Gómez (gracias de nuevo compañero).

Pero como no se vive del pasado, después de darle duro a las maderas para completar el barco goblin, tenía que pintar algo y allí estaban, entre el plomo acumulado a lo largo de los años, estos indios pidiendo paso.

Analizando el contenido de la caja se puede ver que todo está bastante bien. El modelado es correcto, aunque sin grandes florituras. Tampoco conviene perder de vista el hecho de que estas figuras tienen, ni más ni menos, que veinte años encima. Y veinte años, para bien o para mal, se notan. Normalmente para mal. Lo único que tuve que corregir fue la mano izquierda del indio que está señalando, que presentaba una carencia de metal en la muñeca y le faltaba, precisamente, el dedo índice. Nada que nuestra buena amiga la masilla no pueda solucionar.


 
En esta foto tenemos la base, un poquito adecentada con algunos matorrales e hierbajos varios, lista para recibir las figuras y montada sobre una peana de madera, recuperada de una especie de juego de damas que le faltaban las damas y con el que ya no se podía jugar.

 
Y en esta otra tenemos a nuestro trío de guerreros de la pradera posando para el "antes de", que es donde, de momento, lo vamos a dejar. Se me ocurre que la fecha en la que los podríamos situar bien podía ser 1876, un poco antes del 25 de junio, en las proximidades del río Little Big Horn, observando los movimientos de un excesivamente confiado general Custer al que, en las horas sucesivas, le iban a dar hasta en el carnet de identidad.

Hasta pronto.

3 comentarios:

Josito dijo...

Dale duro Jorgiñio !!!
Que esta escena se presta
a quedar muuuuy aparente !!!
Saludotes !!!
JM

Anónimo dijo...

Nice work. Amazing work. Awesome work.
Best regards

JorgeFS dijo...

Gracias Josito y thanks a lot.