martes, 30 de junio de 2015

Wild Santa (2)

Hola jíbaros!

Aquí estamos de nuevo con la segunda parte de este Santa Claus tan poco ortodoxo. Y es que ya era hora de que los que no somos tan buenos tuviésemos algún regalito por navidad, aparte claro está de los consabidos trozos de carbón que suelen dejar sus graciosas majestades de oriente. Y no es que yo me queje, pero últimamente no hay grandes cosas en esas fechas tan señaladas...

Primero el lobito en tonos oscuros y un poco sucios. También es un mal chico, que le vamos a hacer. No puede competir en prestancia con los renos del bueno de Papá Noel ... y tampoco se lo ha propuesto. Si acaso se los cruzase por el camino es probable que entonces tuviese resuelta la cena para esa noche.

Y a continuación nuestro amigo Santa. Decidí decorarlo con los colores originales. Es decir, en rojo con los detalles típicos en blanco en vez de buscar algún color más maligno. Y es que el contraste entre las tradicionales ropas de Papá Noél y ese desgaste, ese roto, ese descuido, esa desidia, esa dejadez en el propio aspecto, ... le cuadraban muy bien. O eso me pareció. El detalle adicional de la chaqueta motera y las hombreras acaba por destacar ese carácter poco afable de nuestro personaje.





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