domingo, 17 de abril de 2011

Guerrillero gallego. Alarmas de Cotobade. 1809.

En 1808 Napoleón decidió que España era un buen sitio en el que quedarse y con el que quedarse. En 1809, allá por el mes de enero, Soult, uno de sus generales, entra en Galicia persiguiendo a las tropas inglesas de Sir John Moore, que reculaban a marchas forzadas destino la Coruña, para, una vez allí, embarcarse en los transportes que su graciosa majestad pondría a su disposición para salvar los muebles. De paso que los franceses iban recorriendo los territorios gallegos, ya se iban anexionando villas y ciudades a su paso, sin mucha resistencia, todo sea dicho. El 16 de enero tiene lugar la famosa batalla de Elviña, a las puertas de la ciudad herculina y dos días más tarde esta ciudad se entrega sin apenas lucha. Orense cae el 20, Mondoñedo el 24, Pontevedra el 26, Ferrol el 27, Vigo el 31 de enero y Tui el 3 de febrero. Antes habían hecho lo propio Lugo (el 9 de enero) y Betanzos (el 17 de enero). Vamos, un panorama más bien desolador. Tan fáciles les fueron las cosas a los franceses que la Junta Central de Sevilla dedica a los gallegos una nada honrosa reprimenda: hija desnaturalizada de la nación española, que se entregó sin honor a los enemigos debiéndose borrar su nombre del libro de la patria.
No obstante, las cosas no son cómo empiezan, sino cómo acaban. Y Galicia demostró que no le gustaba nada tener a unos invasores pululando por sus predios. Así que las parroquias, primeramente, juntan hombres para hostigar al invasor con técnicas de guerrilla. Los grupos de las parroquias se unen en los llamados trozos y estos, a nivel de jurisdicción en las llamadas alarmas. Estas tropas irregulares darán los soldados de Napoleón no pocos quebraderos de cabeza. Ayudados por un territorio inadecuado para los grandes ejércitos, con una climatología adversa y con pocos recursos a los que echar mano, poco a poco le irán poniendo las cosas difíciles a los franceses, hasta que estos se ven obligados a abandonar suelo gallego a finales de junio de 1809.

La figura.
Hace un par de años se exhibió en el Museo de Pontevedra este cuadro de  Vicente Díaz González en el marco de una exposición sobre la Guerra de Independencia en Galicia. La verdad es que me pareció una referencia interesante para hacer una figura. Y un par de años después me he puesto a ello.
Para modelar la figura he utilizado una cabeza de Hornet  y manos de Historex. La pistola también es una referencia de Historex. El resto ha sido modelado con Magic Sculp y Duro. La escala los habituales 54mm.


2 comentarios:

Josito dijo...

Después de mi "patinazo" en el foro turlurón por haberlo considerado "asturianín" por un "quítame allá unas borlitas" y gracias a las lecciones magistrales sobre trajes típicos regionales del paisano de Gijón, el amigo Pisamanzanes.....jejeje Te reitero mi enhorabuena no sólo por la original idea que eso ya lo llevas en la sangre, sino por tus grandes avances en modelado que vemos últimamente. Se te ve más cómodo -parece- con las masillas y tan sólo un pequeño "refinado" en los volúmenes finales te hará acreedor al honroso título de "MODELEITOR OFICIAL" por el que muchos suspiramos y al que muy pocos consiguen llegar.
¿Con qué nos sorprenderás ahora? Abrazotes colega.Josito.

JorgeFS dijo...

Gracias, amigo. Vuestros ánimos son un aliciente para mejorar, dentro de mis modestas posibilidades.