Supercopa.

Uno, que es del Madrid, no puede dejar pasar la ocasión de la reciente Supercopa para homenajear al eterno rival, al Barça. Porque, ¿qué sería del Madrid sin el Barça ... y del Barça sin el Madrid? Están hechos el uno a la medida del otro y se necesitan tanto como se aborrecen. Uno es grande en la medida en que sus enemigos son grandes y los títulos valen más cuanto más difícil es conseguirlos. Y hay que reconocer que a un madridista (barcelonista) nada le sabe tan bien como ganarle un título a su eterno rival. Como dice la publicidad de Vodafone respecto a sus patrocinados: "Benditos malvados". Así que, aunque haya ganado el Madrid, enhorabuena Barça por ponernos las cosas difíciles.

Pues aquí tenemos a un joven aficionado cuyo ídolo es el eterno Messi, con su hermana, entre las ruinas de la ciudad industrial de Statingraöd, en Omsi-Ledom. Se trata de dos figuras a escala 1/35 de la marca   ucraniana Master Box que, todo hay que decirlo, no son un dechado de calidad. Sin embargo, para mis propósitos me venían como anillo al dedo. Barajé en un principio cambiarles las cabezas por otras de mayor calidad, pero no se me adaptaba ninguna a los niños, así que opté por dejar las que venían de serie.

Tan sólo hice un par de arreglos consistentes en retocar algún detalle y en alargarle la camisola al chico, amén de colocarles el armamento y complementos que proceden de Games Workshop, de sus miniaturas de Warhammer 40.000. El escenario está hecho con unos envases de suero fisiológico, convenientemente pintados y envejecidos que simulan unas cubas del prestigioso vino de Statingraöd. A pesar de ser una ciudad industrial, los alrededores son idóneos para el cultivo de la variedad de uva chanagar, la mejor para la elaboración de vinos de calidad. El propio emperador se surte aquí.