Irmandiños, 1467.

Este es un dibujo que me sirvió de inspiración para modelar al irmandiño de la entrada anterior. Se trata de un hombre de las tropas de Alonso de Lanzós, quien operó en la zona de Betanzos, Pontedeume, Mondoñedo ... El principal enemigo de Alonso de Lanzós era Fernán Pérez de Andrade, en cuyas manos acabó su vida, ya que hacia el final de la contienda, cuando las tropas irmandiñas ya habían sido derrotadas, fue hecho prisionero por éste y mandado ajusticiar, colgándolo de una de las almenas de su castillo.
He representado a las tropas como soldados y no como campesinos o artesanos ya que, de todos los líderes irmandiños, Alonso de Lanzós fue el más profesional y, aunque contaba con pocas lanzas a su servicio, es de esperar que éstas fuesen profesionales. Por otra parte, en un mundo donde los nobles hacían la guerra contra los vecinos con notable frecuencia, es de esperar una cierta familiaridad con las armas incluso por parte de las clases más bajas, integrantes de las mesnadas que formaban el grueso de los ejércitos. De ahí la indumentaria y el armamento de estos  guerreros.
Podría, sin embargo haberlos equipado más al estilo del período bajo-medieval en que realmente estamos, con yelmos metálicos integrales y corazas de metal, en lugar de las cotas de malla o los petos de cuero endurecido, pero me ha parecido que en Galicia todavía no se estaba a la vanguardia en la técnica bélica, sobre todo por parte de los estamentos más bajos, las tropas de infantería, así que he retrasado ésta unos pocos años de forma deliberada.

Ahora ya sólo queda ponerse a modelar el segundo irmandiño que acompañará al de la entrada anterior en una pequeña escena. Espero poder hacerlo en breve. Mientras tanto, hasta pronto. Espero que os guste el dibujo que, por cierto, es un A3 dibujado a lápiz, repasado con rotulador y pintado con lápices de colores.