lunes, 27 de enero de 2014

Primera Guerra Mundial (4)



Esta última semana he logrado pocos avances en el frente de operaciones. Tan sólo he podido completar las botas y las polainas de, nuestro amigo ya, el oberlieutnant. Ese hombre que permanece impasible, con la mirada serena y clara, bajo el peso de semejante mochila. Claro que, por suerte para él, yo aun no se la he puesto a los hombros, aunque su futuro no es nada esperanzador en ese sentido. Va a quedar con la mochila al hombro para todo el resto de su existencia. Yo creo que ya la mira con cierto resquemor fatalista.









2 comentarios:

Josito dijo...

En la lámina de OSPREY, por lo menos han tenido el detalle
de dibujarlo un poco echado para atrás por el peso -se supone- de la mochila, pero a lo mejor este
chico tuyo sólo lleva un par de bocatas y una lata de coca-cola
por eso apenas nota el peso extra jejeje
Por cierto, me gustan las polainas y las botas.
Saludos.jm.

JorgeFS dijo...

Debe ser eso, si. Por cierto, me hubiera gustado acercarlo el sábado pasado, pero otra vez será.