lunes, 10 de febrero de 2014

Primer Guerra Mundial (6ª y última).

Acabado este oberliutnant que me ha dado bastante trabajo y más de un quebradero de cabeza, todos ellos por mi culpa culposa.
El primero la dichosa mochila que, a pesar de lo grande y pesada que es, algo evidente, no se me ocurrió empernar, lo cual a la hora de pegarla en su sitio me hizo jurar en arameo. Lo segundo es que, cuando estaba con la figura lista para para darle los últimos retoques, va y se me cae sobre la paleta de pintura, desprendiéndose la cabeza. Podía haber sido peor ya que ésta se quedó a escasos milímetros del abismo, de un pocillo lleno de pintura verde. El mundo se detuvo por un instante, porque no me imaginaba a nuestro tranquilo oberliutnant con una piel al estilo orco. La verdad.
En fin, vicisitudes de esta índole al margen, la figura está lista y a buen recaudo dentro de la vitrina, donde es de esperar que nada le suceda, ciclogénesis explosivas al margen, como la que nos azota estos días en Galicia.

Aquí tenéis las fotos:









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