lunes, 4 de agosto de 2014

Desafío en las calles. 1ª Parte.




Hola jíbaros!

Esta vez he tardado más de lo habitual en actualizar el blog con una entrada realmente nueva, pero en verano ya se sabe que a mayor tiempo disponible, menos trabajo realizado. Lo de trabajo es un decir, porque esto no es más que una afición. Una afición, eso si, que resulta bastante absorbente.



A lo que íbamos. Las figuras son de los ingleses de Haslefree. Podríamos dar las referencias, pero para qué. El caso es que son tres figuras un tanto heterogéneas que compré por separado, es decir, sin pensar específicamente que fuera a ponerlas juntas. Pero en cuanto llegaron a casa, y empecé a manosearlas un poco, me pareció que podría hacerse una viñeta con ellas. Además el número tres es ideal para hacer viñetas. Yo soy de la teoría de que las escenas funcionan mejor con un número impar de figuras, no me preguntéis por qué. Tal vez lo haya leído por ahí, en alguna parte, y me lo he llegado a creer.



El caso es que, colocando las figuras para ver las dimensiones que debería tener la peana, me di cuenta de que esta debería ser de unos 12 o 13 centímetros de longitud, y al menos unos 6 de ancho, para poder albergar la escena de forma coherente. Las posturas que tienen las figuras no tienen sentido si las colocas demasiado cerca. Pero por otra parte yo no quería una peana tan grande, más que nada porque no tengo espacio para colocarla en la vitrina. Así que, pensando cómo solucionar el entuerto, me acordé de un par de viñetas, una de de Numitone-Cartacci y otra de un tipo cuyo nombre no recuerdo y que había visto en el mundial de Gerona. En ambas se resolvía el exceso de separación entre las figuras simplemente colocándolas en dos peanas diferentes. ¡Voila! Dos peanas diferentes que luego se pueden colocar donde se quiera. Eso es. Problema solucionado. Una peana para el alien y otra para la pareja.


Cogí dos tacos de un juego de construcción del niño que tienen el tamaño justo (como no sabe leer y no es uno de mis cuatro seguidores, no hay peligro, aunque en el futuro, si llega a enterarse, puede que me demande por sustraerle sus juguetes), les coloqué el decorado (una ruinosa porción de calle) y a pintar. En la foto de arriba se ve el resultado. Los tacos del juego de construcción eran uno rojo y otro azul, de unos colores un poco rechamantes, así que los pinté y les di una capa de barniz para que la pintura aguante el manoseo. Para pintar la escenita mucho pigmento de MIG y tan solo colores marrones. El primer paso está dado, ahora sólo queda dar otros tres: uno para pintar el alien, otro para pintar a la joven jedi y el cuarto y último para dar cuenta del Motownboy.

El alien.
Para la piel utilicé Rojo Violeta de base y luego aclaré, oscurecí, maticé, velé, ... y yo que sé, con otros cuantos colores: verde Oliva Dorado, Amarillo Mate, Rojo Mate, Azul Cielo, Rojo Cadmio Claro. Estos fueron los principales, pero seguro que alguno más se dejó caer por allí. Después de unos días de trabajo con una figura que se podía haber liquidado en dos, este es el resultado: un bicho muy feo al que la decoración no le ha mejorado el carácter.



La joven jedi.
Tras el alien le toca el turno a la joven jedi, y como es eso, una joven, y jedi, no me queda más remedio que vestirla con el típico atuendo de los caballeros jedi. Túnica beige claro y capa marrón. A su tez clara le he puesto el pelo rubio y una espada con el láser amarillo. En conjunto me ha dado mucho menos trabajo que el alien y, prácticamente la he terminado en un día. Algún mal encarado dira "se le nota, se le nota", pero aunque le hubiera dedicado una semana no creo que quedase mejor.



La joven jedi me ha dado algún que otro problemilla. No quería encajar en su sitio. Resulta que antes de pintar pongo el perno correspondiente, hago el agujero para luego introducirlo, compruebo que va bien, ... y me pongo a pintar. Acabo de pintar y a la hora de colocar la figura en la base, ... resulta que encaja con gran dificultad. El perno, que entraba a tope, ahora se queda a la mitad. Los pies, que apoyaban perfectamente en el suelo, ahora dejan que corra el aire, ... ¿Qué sucede? ¿La madera de la peana hincha y reduce el agujero? ¿Doblo el perno al pintar y luego no encaja bien? ¿Hay una conjura galáctica en mi contra? En fin, no volverá a pasar, a Dios pongo por testigo y bla, bla, bla.

Me voy, que aun tengo que pintar al tercer personaje. Pero eso lo dejo para la segunda parte. ¿Sabíais? Yo creía que era un chico y resulta que no, que es una chica. Le iba a llamar el Motown Boy y ahora tendré que llamarle la Motown Girl.

Pues eso, hasta pronto.





3 comentarios:

Josito dijo...

Me gusta mucho, tanto la idea como la forma de presentarla.

Yo también tengo un proyecto que -quizás- me vea obligado a exponer en dos peanas diferentes ( el camión palomero con sus tripulantes y el oficial con el motorista y su jaula de palomas mensajeras a la espalda)

Quedo a la espera de la MOTOWN-GIRL que seguro no desmerece de estas dos preciosidades....
Saludos.JM

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
JorgeFS dijo...

A ver, a ver cómo queda la cosa.